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Los germinados son brotes llenos de vitalidad. Su excepcional cantidad de nutrientes los hace indispensables en una dieta sana, además de aportar su sabor a numerosos platos.
En un momento en que ya ha quedado clara la relación entre algunas enfermedades como la hipertensión, la arterosclerosis o la diabetes con los malos hábitos alimenticios, cada vez son más conocidos y aceptados los alimentos germinados tradicionales de otras culturas, como la soja, típica en Extremo Oriente; las judías y guisantes, de la India; el trigo, de Oriente Medio; o las bebidas de cereales, como lamalta elaborada a partir de cebada germinada. En su valor nutritivo se parecen a las frutas y verduras, ya que, al igual que éstas, contienen gran cantidad de vitaminas -en especial A, B, C, E y K-, minerales, enzimas y clorofila. El germinado de trigo, por ejemplo, contiene hasta seis veces más vitamina B que la semilla, y en la soja la vitamina C no aparece hasta que no se ha producido la germinación. También resultan muy atractivos si se mira su contenido en azúcares simples, que aportan energía y se asimilan fácilmente. El contenido en aminoácidos también se incrementa entre un 10% y un 30%, y lo mismo sucede con el hierro asimilable.Además, son alimentos que engordan muy poco porque aportan muy pocas calorías. Las grasas y almidones de las semillas se transforman en carbohidratos simples, proteínas, vitaminas y minerales -especialmente fósforo-. Los brotes de soja, por ejemplo, sólo tienen 30 calorías por cada 100 gramos. Los germinados se pueden consumir de diferentes maneras. Algunos tienen mejor sabor cuando han sido cocinados, como sucede con la soja, cuyas proteínas son así más fáciles de asimilar. Con ellos se pueden preparar tortillas, sopas de verduras, purés, ensaladas, guarniciones para las carnes o pescados. Incluso se puede añadir al relleno de un sandwich, como ingrediente en las salsas de tomate, o como novedad en un plato de arroz.

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Sprouts are full of vitality. The exceptional amount of nutrients makes them indispensable in a healthy diet, in addition to providing flavor to many dishes. 
At a time when it has become clear the relationship between some diseases such as hypertension, atherosclerosis or diabetes with poor eating habits, more and more known and accepted traditional fermented foods of other cultures, such as soybean, typical Far East; beans and peas, India, wheat, Middle Eastern, or cereal beverages, including malt made from germinated barley. On its nutritive value is similar to fruits and vegetables, because, as they contain large amounts of vitamins, especially A, B, C, E and K, minerals, enzymes and chlorophyll. The germ of wheat, for example, contains up to six times more vitamin B than the seed, and soya vitamin C does not appear until germination has occurred. They are also very attractive if you look at your content into simple sugars, which provide energy and are easily assimilated. The amino acid content also increased between 10% and 30%, and so does the iron assimilated. 
They are also very low fat foods because they provide very few calories. Fats and starches are transformed seeds in simple carbohydrates, proteins, vitamins and minerals, especially phosphorus. Bean sprouts, for example, only have 30 calories per 100 grams. 
Sprouts can be eaten in different ways. Some taste better when they have been cooked, like soybeans, whose proteins are thus easier to digest. They can be used to prepare tortillas, vegetable soups, purees, salads, side dishes of meat or fish. You may even add to the filling of a sandwich, as an ingredient intomato sauces, or as a novelty in a bowl of rice.

8/8/2012 12:48:22 am

will come back before long

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